El nombre del juego es... Éxito - 1 - Dave Hunt

El nombre del juego, actualmente, es éxito, no sólo fuera en el mundo, sino también en la iglesia. La humildad ha sido echada fuera, y la autoestima está dentro, aunque en la Escritura se nos apremie, "estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo" (Fil. 2:3 RVR). Solía ser conocimiento común que el pecado que acosaba constantemente a la raza humana era la soberbia. Ahora, sin embargo, se nos dice que nuestro problema no es que nos creamos demasiado, sino demasiado poco, que todos tenemos una mala imagen propia, y que nuestra mayor necesidad es edificar nuestra autoestima. Aunque Pedro escribió, "humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo" (1P. 5:6), se nos apremia a que nos "visualicemos" al éxito. La declaración inspirada de Pablo de que Cristo "se despojó a sí mismo tomando forma de siervo… y se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta…muerte de cruz" (Fil. 2:7, 8) es ahora explicada por Robert Schuller, en el contexto del actual mundo orientado al éxito, como significando:

Jesús conocía su valía, su éxito alimentó su autoestima.... Sufrió en la cruz para santificar su autoestima. Y llevó la cruz para santificar su autoestima. ¡Y la cruz santificará el viaje del yo [énfasis en el original]!6

El éxito y la autoestima han venido a ser tan importantes en la iglesia que parecen eclipsar a todo lo demás. Dice Robert Schuller: "Una persona está en el infierno cuando ha perdido su autoestima".7 Como "el predicador televisivo número uno"8 de la cristiandad, es contemplado por casi 200 emisoras de televisión cada domingo por una audiencia de casi 3 millones.9 Autor prolífico, sus libros aparecen frecuentemente en la lista de libros mejor vendidos en el diario The New York Times. Según la revista Christianity Today, "Schuller está ahora alcanzando a más no cristianos que cualquier otro líder religioso de América".10

La influencia de Schuller es enorme, y su "Evangelio del Éxito"11 está siendo aceptado y predicado por una cantidad en aumento de líderes cristianos. ¿Qué es lo que encuentra Schuller de malo en el antiguo evangelio? Aunque Pablo escribió a Timoteo que "Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores" (1 Ti. 1:15), y el mismo Cristo dijo que había venido a llamar "a pecadores al arrepentimiento" (Lc. 5:32), Robert Schuller escribe:

No creo que se haya hecho nada en el nombre de Cristo y bajo la bandera del cristianismo que haya resultado más destructivo para la personalidad humana y, por ende, contraproducente para la empresa del evangelio que la estrategia frecuentemente cruda, grosera y anticristiana de intentar hacer consciente a la gente de su condición pecaminosa y perdida.12

Si Moisés viviera en la actualidad, no se diría de él que prefirió "ser maltratado con el pueblo de Dios" (He. 11:25, RVR), sino más bien que prefirió "sufrir riqueza, éxito y popularidad con el pueblo de Dios". Se solía decir: "Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos" (2 Ti. 3:12), pero hoy se dice: "Los que vivan vidas piadosas tendrán honra y éxito en este mundo". No sólo cristianos individuales, sino también iglesias enteras buscan hoy el éxito, y cuanto más grande sea una iglesia, tanto más éxito se considera que ha logrado. Sobre esta base, con mucho el pastor con más éxito en el mundo es Paul Yonggi Cho de Corea, que encabeza la más gran iglesia del mundo, con alrededor de 400.000 miembros. Cho enseña que el pensamiento positivo, el habla positiva y la visualización positiva son las claves del éxito. Cualquiera puede, literalmente, "incubar" y dar nacimiento a la realidad física mediante la creación de una vivida imagen en su mente y centrándose en ella. En el prefacio al libro de Yonggi Cho, La cuarta dimensión, Robert Schuller escribe:

He descubierto la realidad de aquella dinámica dimensión en la oración que proviene de la visualización.... No intentes comprenderlo. ¡Simplemente empieza a gozar de ello! Es verdadero. Funciona. Lo he probado.13

También hay escuelas superiores cristianas, seminarios, misiones y organizaciones de caridad en este juego del éxito, y la mayor parte de ellos se apoyan en las técnicas de las grandes corporaciones para dirigir sus propias actividades. Si funciona para la Universidad de California, ¿por qué no para una escuela superior cristiana? Si funciona para la General Motors, ¿por qué no para una organización cristiana de auxilio? Esto es naturalmente verdad cuando se trata de cosas como la contabilidad y la dirección. Sin embargo, la hechicería campa por sus respetos en el mundo de los negocios, y entra en la iglesia en forma de técnicas de motivación para el éxito y de AMP y de las últimas psicoterapias bautizadas con terminología cristiana.

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Hunt, Dave y McMahon, La seducción de la cristiandad. Discenirmiento espiritual para los últimos días. Portavoz : Grand Rapids, 1988. pp.14-26

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