Declaración de Niterói sobre adoración

Nosotros, seguidores de Jesucristo, llamados bautistas, procedentes de dieciocho países, reunidos en Niterói, Río de Janeiro, del 15 al 18 de marzo del 2000, bajo los auspicios de la Unión Bautista Latinoamericana (UBLA), con el apoyo de la Alianza Bautista Mundial (ABM), presentamos la siguiente declaración, portadora de nuestras convicciones acerca de la naturaleza e importancia de la adoración y de la realidad que percibimos, haciendo un llamado al pueblo bautista de América Latina.

Nuestras convicciones

1. Al igual que nuestros hermanos y hermanas reunidos en el Congreso Mundial de Adoración en Berlín, del 15 al 18 de octubre de 1998, afirmamos nuestra fe en el Dios trino y uno y en las verdades expresadas en el Credo de los Apóstoles. Al mismo tiempo, consideramos importante reafirmar aspectos fundamentales de esta fe.
2. Creemos en Dios, creador del universo, que se ha revelado en su Palabra y en Jesucristo y permanece activo en el mundo, en la iglesia y en nosotros los seres humanos, por su Espíritu. El es el único digno de ser adorado, por su poder, su santidad, la grandeza de su obra creadora, su providencia y su obra redentora a favor del ser humano. El está formando un pueblo que al reconocer agradecido su grandeza y santidad, le honre con su vida y sus palabras.
3. Creemos en Jesucristo quien tomó forma humana para revelarnos el amor y el propósito salvador de Dios, y nos enseñó que la verdadera adoración consiste en la obediencia de una vida consagrada a la misión y el servicio, aun hasta la muerte. Por su obra en la cruz podemos acercarnos a Dios como Padre y nos reconocemos como hermanos formando un nuevo pueblo, cuya comunión trasciende todo tipo de barrera: un pueblo cuya adoración es aceptable a Dios en el nombre de Cristo.
4. Creemos en el Espíritu Santo quien obra en nosotros para que conozcamos a Dios y le llamemos Padre, para que en todo crezcamos como pueblo suyo según el modelo de la nueva humanidad en Cristo. El Espíritu renueva constantemente a la iglesia y la impulsa al cumplimiento de su misión. Esta misión siempre empieza en el acto de adoración de quienes son enviados.
5. Creemos que el ser humano fue creado para amar a Dios con todo su ser. Corrompido por el pecado, pasó a amar y adorar a la criatura en vez de al Creador. Redimido por Cristo el ser humano anhela una adoración plena, individual y corporativamente. La verdadera adoración incorpora las facultades intelectuales, emotivas, corporales y sociales de la persona conforme al testimonio de las Escrituras.
6. Para cumplir su misión de testimonio, proclamación, servicio, comunión y adoración, la iglesia es continuamente renovada y capacitada por el Espíritu. Así en el paso de una cultura a otra y al vivir en tiempos históricos diferentes, la misión de la iglesia y su adoración han ido tomando formas diferentes. Aunque el tesoro del evangelio no ha cambiado los vasos de barro han ido cambiando.
7. Los bautistas tenemos como principios y convicciones fundamentales de nuestra fe el sacerdocio universal de los creyentes, la centralidad de la palabra de Dios en la vida de la iglesia, el llamado a la santidad y la plenitud de la misión. Los cambios de formas culturales e históricas de la misión y la adoración de la iglesia nunca deberán atentar contra esas convicciones fundamentales de nuestra fe.

La realidad y nuestras preocupaciones

8. Somos conscientes de la situación que viven algunas de nuestras iglesias y convenciones, para las cuales la adoración ha sido tema de debate, causa de conflictos y motivo de lamentables divisiones. Los bautistas latinoamericanos, herederos de una rica tradición litúrgica, estamos enfrentando los cambios impuestos por los tiempos nuevos caracterizados entre otras cosas por formas diferentes de religiosidad y nuevas expresiones de espiritualidad y culto. Es dentro de este nuevo contexto cultural y religioso que nos preguntamos con sinceridad ante el Señor lo que significa adorarlo "en espíritu y en verdad". Por otra parte, nos preocupa la decadencia moral, la pérdida de valores y la crisis social y política de nuestro continente. Frente a la pobreza creciente de nuestros pueblos y a las terribles situaciones de injusticias, violencia y marginación, nos preguntamos también qué relación existe entre la adoración a Dios y la preocupación social, entre adorar al Creador y servir a sus criaturas, hechas a su imagen y semejanza; entre adoración y compromiso integral con su reino de paz y de justicia.
9. Existe una gran diversidad en las formas de expresión de nuestra fe común y en la adoración en nuestras iglesias, como lo pudimos comprobar en los diferentes modelos de culto en que pudimos participar durante este congreso. Tal diversidad es explicable por la diversidad de dones, talentos, temperamentos, personalidades y culturas presentes entre nosotros. Sin embargo, la diversidad de formas no debe comprometer la unidad de nuestra fe.
10. Son motivos de preocupación para nosotros:
a. Que con mucha frecuencia el culto se transforma en espectáculo, y su objetivo principal resulta la exhibición de belleza musical o de talento retórico.
b. Los extremos de "clericalización" del culto, cuyas principales funciones son ejercidas por ministros, por una parte; y por otra la excesiva informalidad, improvisación, falta de armonía o desarticulación entre las partes del culto.
c. La hipertrofia de los llamados "momentos de alabanza" en los cultos, en detrimento del ministerio de la Palabra que orienta, alimenta, santifica, conduce a la fe y a la vida de compromiso con Dios.
d. La centralización del culto en la persona humana, su placer y diversión, pasando de la ética a la estética, sustituyendo el llamamiento a la santidad por una oferta de felicidad y realización personal.
e. La mentalidad competitiva o conflictiva respecto a las formas o modelos de culto y adoración, con perjuicio para la unidad de la iglesia de Cristo.
f. El tratamiento de las ordenanzas del bautismo de la cena del Señor como simples apéndices del culto, y no como partes esenciales del mismo, ya que son portadoras de las grandes verdades de la fe cristiana.
g. La ausencia del mensaje del Cristo crucificado en el púlpito, la enseñan- za, el discipulado, y la vida cristiana en general.
h. La mentalidad consumista, presente en muchas iglesias, en detrimento de los valores inestimables de nuestra fe.

Nuestro llamado

11. Por lo anterior hacemos un llamado al liderazgo y al pueblo de Dios en nuestras iglesias:
a. que haya por parte de nuestros líderes, pastores y personas ocupadas en el ministerio de la música una constante búsqueda de la verdadera adoración cristiana;
b. que se reconozca el culto a Dios como experiencia vital de todo el pueblo de Dios que tiene que enfrentar al mundo y cumplir en el su misión re- conciliadora; el culto no ha de tener otro propósito que adorar a Dios;
c. que haya equilibrio en todos los elementos constitutivos del culto cristiano, dando a la Palabra de Dios el privilegio esencial;
d. que el culto de nuestras iglesias esté centrado en Dios y su gloria, no en el ser humano, buscando la excelencia del culto y la integridad en nuestras vidas;
e. que redescubramos la belleza estética del culto cristiano, apelando a una conciencia renovada de la presencia de Dios, las implicaciones éticas de nuestra fe, y la afirmación de los principios espirituales que hemos sostenido como bautistas, a lo largo de nuestra historia;
f. que la educación teológica y ministerial en cuanto a la adoración comience en el seno de la familia y las iglesias, y continúe en los seminarios, buscando la formación y el crecimiento de un liderazgo íntegro y apto para guiar al pueblo Dios;
g. que como hombres y mujeres redimidos para rendir culto a Dios, seamos día tras día testigos del Señor, evitando caer en el espíritu consumista y comercial de nuestro tiempo.

La adoración es un nuevo estilo de vida que surge de la celebración de la vida de Cristo en nuestras vidas.
Niterói, 18 de marzo de 2000

La comisión

PRIMER CONGRESO LATINOAMERICANO BAUTISTA DE ADORACIÓN
http://www.casabautista.org/dialog/dialog/congres1.htm
Ponencias Para reaccionar o expresar sus sugerencias, por favor, escríbanos a jpoe@casabautista.org
Primer Congreso Latinoamericano Bautista de Adoración
Primera Iglesia Bautista de Niterói, RJ, Brasil
15 al 18 de marzo de 2000

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